Las personas tenemos la tendencia a la curiosidad y nos gusta asombrarnos con las cosas que pasan. Se observa claramente en los niños que aprenden imitando, jugando, buscando nuevas experiencias.

Capacidad de Asombro
Capacidad de Asombro

Si la Historia del Homo Sapiens tiene, calculan los evolucionistas genetistas, entre 150 mil y 200 mil años, la mayoría de ese tiempo lo hemos pasado, parece ser, explicándonos la realidad mediante mitos que eran causa de las cosas que «nos ocurrían», desde el embarazo de las compañeras, la muerte, la curación, las visiones oníricas, la noche, las estrellas… tantas y tantas cosas que no sabíamos cómo ocurrían ni qué eran.

¿Por qué el Sol sale cada día? ¿A dónde va? ¿Por qué el Sol da vueltas alrededor nuestro? ¿Cuál es el motivo de las crecidas del Nilo? ¿Por qué hay personas de color diferente al nuestro? ¿Qué es la música? ¿Qué es el fuego? ¿A dónde iremos cuando muramos? ¿Nos esperarán los nuestros?

Todas esas preguntas y muchísimas más nos las debimos de hacer hace más de 100 años, y estoy convencido de que también se las debieron hacer, en parte, otros humanos como los Neardentales.

El tiempo fue pasando, las cosas tenían una cierta cadencia (el sol, las estaciones, las riadas, el calor, las lluvias…), parecía que se comportaban de forma similar siempre; con la observación durante generaciones y el ingenio humano fuimos entendiendo que la regularidad que nos mostraba la naturaleza era buena para nosotros si sabíamos predecir los acontecimientos, pensar y planificar para cultivar, construir diques que domesticaran los ríos, segar a tiempo el cultivo, parar trampas de caza…

Cuando nos hicimos sedentarios comenzaron las acumulaciones de excedentes, concentración de poder y la consolidación de determinados mitos que reforzaban la seguridad, pero también el control de la tribu. Explicarnos el mundo y aprender que la Naturaleza y el Hombre es un «capricho» de los dioses es una forma de ver el Mundo y la Realidad que nos diferenciaba del Hombre Moderno.

Aquellos primeros hombres que observaban el comportamiento cíclico de la Naturaleza sometida a designios divinos, o bien a «leyes» de origen y causa desconocidos dieron paso a unas personas singulares hace 2.500 años, los primeros filósofos como Tales de Mileto.

En Grecia y en la costa occidental de Anatolia se iniciaron los primeros espíritus realmente libres y rebeldes. Los primero filósofos que buscaron una explicación a la realidad, diferente a la que nos enseñaban las supersticiones o los representantes de los dioses.

Por Anatolia, el estrecho de los Dardanelos, Grecia y el Bósforo hemos pasado todos los humanos de Europa, y transitado por Anatolia todos los seres humanos en nuestra distribución Mundial.

De qué sino Rusia estaría conquistando Crimea para garantizar su salida por el Bósforo y los Dardanelos.

El paso del Mito al Logos fue una consecuencia de «encontrarse» en el cruce de todas las civilizaciones y conversar y pensar sobre cómo, cada una de esas civilizaciones, explicaban la Realidad. Afortunadamente allí se encontraron personas capaces de asombrarse por lo que ocurría, por pensar y razonar, de forma que fueron expulsando las explicaciones míticas de las leyes de la Naturaleza.

Evidentemente, no todos los razonamientos de esos filósofos eran acertados, pero lo que sí era muy importante era el método. Primero observa, investiga, piensa, cuestiona la explicación que te han dado, intenta explicarte los «hechos» de una forma lógica y razonada, no por posibles caprichos de los dioses y, poco a poco, construye la explicación de la realidad. Eso es Filosofía, la capacidad de asombrarse por la belleza del mundo.

Carl Sagan fue un gran cosmólogo, como lo fueron los primeros Filósofos y supo transmitir, en sus documentales, la esencia más fascinante de la Historia del Hombre y del Cosmos. Os dejo su explicación del comienzo de la Filosofía, de la Ciencia y del pensamiento moderno.


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Filosofía, la capacidad de asombrarse y de aprender
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